¿Es hacia allá adonde vamos?
Cada vez siento más sobrecarga de información. Es impresionante que yo haya alcanzado a percibir eso en solo (parte de) una vida.
Los jóvenes creen que algo de 1900 es algo viejo.
Antes me gustaban las cosas que tenían muchas opciones, mejor si se podían programar. En 1993 quería en mi casa un computador. Ahora que todo se programa y que no tengo tiempo de programar todo sueño con las cosas automáticas, o con un solo botón que hace todo.
Hoy en el gimnasio (fui por segunda vez, ya veremos cuanto duro) la profesora me explicó la rutina B. Cada máquina tiene un ajuste que hay que hacer antes de usarla por unos minutos.
Me gusta tener la profesora al lado. No solo porque es bonita, sino porque me da seguridad. Me corrige si hago algo mal, hace bromas que me dan ánimo y trata de hacerme esforzar.
Luego me tocará enfrentarme solo a las simples máquinas, ajustarlas, y usarlas correctamente. Me tocará aprender. Seguro aprenderé. Si me aburro volveré solo para usar la aburrida estera (treadmill).
Me pregunto como serán las cosas en el futuro.
¿Más profesoras o más androides? ¿Más máquinas para correr con paisajes virtuales? ¿Menos paisajes reales?
Escoja usted.
No sé por qué pienso en eso.
jueves, 20 de octubre de 2011
martes, 18 de octubre de 2011
Primera de Romanos
Donde fueres haz lo que vieres (When in Rome do as the romans do). Es un poco aburrido ir a un gimnasio. Prefiero jugar baloncesto pero por el momento eso es lo que haré.
Este es mi cuarto weblog, los demás se han borrado. Es un ejercicio interesante, como una mándala tibetana.
Escribo para saber que estoy vivo. Es inevitable hacerlo aunque a veces decida no escribir las historias que se me vienen a la mente.
Hasta pronto.
Este es mi cuarto weblog, los demás se han borrado. Es un ejercicio interesante, como una mándala tibetana.
Escribo para saber que estoy vivo. Es inevitable hacerlo aunque a veces decida no escribir las historias que se me vienen a la mente.
Hasta pronto.
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